El temporal no solo
trajo destrucciónO sobre la inoperancia municipal y la tarea del
Espacio por la democracia en Merlo.
El insólito y violento temporal que se desató
hace poco más de quince días sobre diversos municipios del conurbano bonaerense
dejó al desnudo las terribles falencias de las administraciones que están a la
cabeza de dichos distritos. El caso de Merlo no es la excepción. En barrios como
Lago del bosque, Merlo Norte, Pompeya y Agustín Ferrari la tormenta se ensañó
con singular dureza, resultando estos quizás los más perjudicados a la hora de
evaluar consecuencias. Ahora bien, lo dicho en las primeras líneas tiene que ver
con cómo la gestión de Othacehé manejó el episodio, y esto no solo tiene que
medirse con la vara de si estuvo o no a la altura de las circunstancias en
términos técnicos.
A dos días de ocurrida la tragedia, los vecinos
(sí, solo los vecinos) salieron a la calle para reclamar en todo su derecho que
alguna autoridad comunal se acerque a intentar resolver los daños ocasionados
como falta de luz, agua e inseguridad, entre los más urgentes. Ese pedido tan
elemental ante lo ocurrido fue contestado en los primeros días de la tragedia de
una sola forma: represión. Lo que entendió la administración de Othacehé que
necesitaba el pueblo en ese momento fueron balas de goma y gases lacrimógenos,
además de las infaltables patotas. Eso sí, el centro de Merlo y los barrios
aledaños, quizás menos afectados que la periferia antes citada, son los que
vieron primero actividad municipal, lo que nos dice que en el direccionamiento
de políticas, siempre corre con ventaja vivir en el centro de Merlo que en los
barrios mas alejados, sin importar el nivel de urgencia.
Líneas aparte amerita la cobertura que realizó
el portal Merlo GBA, que no hizo más que cargar sus tintas contra el activo
militante merlense diciendo que esas protestas fueron fogoneadas por “grupos de
ultra izquierda”, mintiendo ridículamente e intentando correr el eje de lo que
quienes realmente estuvieron en la calle pueden atestiguar. De esta manera es
entonces como la intendencia manejó el episodio, y el malestar creciente que en
carne propia sufrió el mismísimo intendente pone en evidencia la verdadera trama
de esta historia.
A lo que sí se abocó la militancia que está por
fuera de la órbita municipal fue a tratar de resolver, aunque sea de manera
magra y en la medida de las posibilidades, algunas de las necesidades en algunos
de los barrios más afectados. Parque del Sol, Pompeya, Lago del Bosque y en
menor medida Merlo Norte fueron los lugares donde las organizaciones nucleadas
dentro del Espacio por la Democracia en Merlo brindaron su ayuda en pos de
asistir, humildemente, a los damnificados. También contamos con la colaboración
de Cáritas Diocesana en Merlo Sur y con la parroquia de Pompeya, y juntos
formamos un equipo de trabajo que realizó relevamientos en algunas zonas y llevó
agua, alimentos no perecederos, elementos de limpieza, ropa y nylon para que
momentáneamente algunos vecinos puedan cubrir sus pertenencias ante la
imposibilidad de ofrecer chapas y otros materiales de construcción. No obstante
dicho relevamiento que efectuamos servirá para que la Red Solidaria pueda
ponerse en contacto con las familias y ofrecer la ayuda que nosotros, por falta
de recursos, no podemos brindar.
Quienes en estos días ayudamos de manera
desinteresada y solidarizándonos con la situación de nuestros vecinos no tenemos
ni la necesidad ni la intención de tapar el sol con un dedo ante lo ocurrido.
Quienes sí se tuvieron que escudar en mentiras, difamaciones y violencia en
función de su incapacidad e inoperancia (o desidia) mintieron sistemáticamente,
dejando un mensaje entre líneas (cuando no de manera taxativa) de cuál es su
metodología. De todos modos, los vecinos de Merlo sacaron sus conclusiones y las
pusieron de manifiesto en la calle, y no es más que el hartazgo y disconformidad
de tener como representantes a quienes ocupan el equipo de gobierno de la
intendencia de Merlo.
Espacio por la
Democracia en Merlo